LA CAMPAÑA CONTRA DIARIO EXTRA

Antes de analizar el clamor popular que se ha lanzado contra El Diario Extra, por la publicación de la foto del futbolista de la selección costarricense, Dennis Marshall, en que la aparece prensado en su vehículo, después del accidente  que le costó la vida, es conveniente recordar el lamento que el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, sobre la forma en que un sector importante de la prensa de su país, quiso imponer a la candidata KEIKO FUJIMORI, por dos métodos harto  conocidos en nuestro país, la desinformación y la invisibilización.

Cuando un candidato, un movimiento, o una idea no resulta del agrado de los grandes potentados, que lamentablemente muchas veces son los dueños de los medios de prensa, simplemente, se les ignora y éstos para poder hacer llegar al pueblo su pensamiento, tienen que recurrir a procedimientos alternativos como volanteo o  páginas web, las cuales, debido al poco uso que todavía se da a este medio en países latinoamericanos, vienen a penetrar muy poco en el conocimiento de las clases populares y entonces sus ideas y programas llegan a muy pocos, prostituyendo la democracia latinoamericana.

La otra táctica también denunciada por Vargas Llosa, es la satanización.  Se va creando en torno a un político o a un movimiento, la idea de que significa un peligro para la democracia o los valores populares (léase de los grandes oligarcas del país), no se le da oportunidad de defenderse y de esa forma se logra crear una imagen de antiprogresista, retrógrado, obstruccionista o amigo de los supuestos enemigos del país.

Estas tácticas que nos alegra que Vargas Llosa haya denunciado en su país, por sus tendencias de derecha conocidas a nivel mundial, han sido y son de uso común en nuestros países y nos convencen más que muchos que cacarean la libertad de prensa en algunos países, son solamente PERFECTOS IDIOTAS LATINOAMERICANOS.

El Diario Extra, (al que siempre le hemos criticado su sensacionalismo en sus portadas, porque no ha sido solo en el caso del jugador de futbol fallecido, que ha cometido ese pecado, sino en otros casos,) se ha distinguido últimamente por dar cabida en sus páginas, a voces disidentes, como por ejemplo quienes han denunciado la proliferación de torres para líneas celulares en ciudades del país y los posibles efectos que pueden tener en la salud de  sus habitantes, el caso Crucitas y otros.

Durante los últimos meses, este periódico ha mantenido la sección Página Abierta que se publica los martes, que se distingue por publicar opiniones de personas que, en muchos casos, se han separado de sus partidos políticos, por no estar de acuerdo con las directrices entreguistas y corruptas de sus partidos tradicionales. Podrán decirnos que sus fines son mercantilistas, porque de esta forma se alcanza a los lectores, que no creen en los otros medios de prensa, pero al final se logra informar. Además cuántos escándalos  sexuales y de otro tipo no se han ventilado en las páginas de La Extra, que de otra forma hubieran quedado en el olvido?

Por eso es que, aunque no estemos de acuerdo con el amarillismo de las portadas del caso que nos ocupa y de muchos casos más, nos preocupa quese use este hecho para montar una campaña que incluso pide cerrar el periódico o  no comprarlo.

Sobre todo nos llama la atención la hipocresía con que se ha manejado el caso en otros medios. El Grupo Nación, maneja una publicación llamada La Teja, que se dedica diariamente a denigrar la imagen de la mujer sacando fotos de mujeres semidesnudas y en poses provocativas, porque es la forma que tienen de vender ese periódico o como se llame. Recordamos aún el caso de una publicación dirigida por Jorge Chaves, que fue cerrada por negarse a vender la revista CHAVESPECTACULOS, en bolsa cerrada, ya que los semidesnudos que se publicaban podían estar al alcance de los ojos de los niños. Suponemos que en el caso de La Teja, los niños cierran los ojos cada vez que pasan por un puesto de periódicos. También parece que lo hacen las organizaciones que defienden la dignidad de la mujer, porque tampoco hemos oído sus voces de protesta.

No somos defensores de oficio de La Extra y de su director don William Gómez, y como muchos repudiamos la forma en que se publica la muerte, no sólo del futbolista nacional, sino de todas las personas, indocumentadas, trabajadores extranjeros e indigentes, que han sido exhibidas en esas páginas. Porque todos los deudos merecen respeto, aunque sus familiares no hayan sido seleccionados nacionales.

Pero, si se va a hacer una campaña de este tipo, consideramos que deben incluirse a todos los medios que prostituyen la profesión del periodista. Desde los que tuercen u ocultan la verdad en beneficio de los intereses económicos de algunos, hasta los que usan la imagen de la mujer para venderlas como kilos de carne en publicaciones de venta libre.

Con respecto a La Extra, conocemos la trayectoria de don William Gómez, y sabemos que meditará la campaña que se ha hecho en contra de su Grupo y sabrá tomar las medidas del caso. En relación con los bienintencionados  que se han unido a esta campaña, les recordamos que en muchos casos hay intereses bastardos que pueden moverse detrás de ella.  A los otros, nada más les recordamos la máxima bíblica. El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra.

 

2 respuestas

  1. Creo que no le entendí nada…

    • En resumen lo que trata de decir el artículo, es que no se debe de justificar a Diario Extra por su amarillismo, pero que hay otras plagas en el periodismo costarricense, tan asquerosas como la explotación de la mujer o bien el ocultamiento de la verdad al pueblo, medidas que se usaron en Perú en la última campaña política y que fue denunciada por el mismo Mario Vargas Llosa, que ha sido un abanderado de la derecha peruana, al que le aplicaron la receta que han aplicado en otros países del mundo.
      También hay que abonar a Diario Extra las denuncias que ha hecho, como el viaje romántico de Oscar Núñez a Mexico, con dineros aparentemente de Acueductos y Alcantarillado. si la Extra no lo hubiera denunciado, hubiera seguido haciendo mal uso de su cargo

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