19 DE DICIEMBRE, DIA DE LOS MARTIRES DEL CODO DEL DIABLO

Hoy es 19 de diciembre. Muchos diríamos que es un día cercano a la Navidad y lo pasaríamos desapercibido, como un día más de los 365 que componen el año.

Pero para aquellos que creemos en la libertad de los pueblos, en la igualdad social, en la libertad, igualdad, fraternidad y justicia social no puede ser un día más. Un día como hoy pero del año 1948 se llevó a cabo la masacre del Codo del Diablo.

Esta masacre no fue el resultado de la irracionalidad que provocan las acciones bélicas. Fue algo premeditado, por un cerebro asesino y enfermo, con el fin de terminar con el estorbo que significaban los dirigentes del Partido Vanguardia Popular en la provincia de Limón para los intereses de las transnacionales y de los oligarcas locales.

De acuerdo con lo investigado por don Enrique Benavides, quien antes de su muerte fue columnista del periódico La Nación, por lo que no se puede dudar de su imparcialidad, este fue un  crimen selectivo. Los escogidos para este escarmiento fueron detenidos en sus casas en Limón, sin que mediara ningún cargo en su contra, excepto el ser todos miembros del Partido Vanguardia Popular. Luego vino la orden de trasladarlos a San  José, esposados, con el fin de fingir en el lugar con este nombre macabro que habían muerto en una acción militar tendiente a liberarlos. Al llegar al lugar escogido por los sicarios que seguían órdenes del cerebro asesino residente en San José, fueron liberados de sus esposas y luego dos rematados con un tiro de gracia. Los asesinos materiales quedaron en la más completa impunidad aunque si conocemos sus nombres Manuel Zúñiga Jirón, Luis Valverde Quirós, Clarencio Auld Alvarado y Hernán Campos Esquivel. Del asesino intelectual nunca se conoció su nombre aunque se dice que luego ocupó altos puestos en gobiernos liberacionistas, partido del que después se retiró.

Debe reconocerse, según lo indica el licenciado Benavides, que el crimen fue tan asqueroso, que varios dirigentes del grupo vencedor lo denunciaron públicamente, entre ellos don Hernán Garrón Salazar, alto dirigente liberacionista ya fallecido. Garrón recibió amenazas de muerte para que callara.

Los nombres de las víctimas son:

TOBIAS VAGLIO

FEDERICO PICADO

OCAVIO SAENZ

LUCIO IBARRA

NARCISO SOTOMAYOR (NICARAGUENSE)

ALVARO AGUILAR UMAÑA.

Este hecho cobarde vil y asqueroso, nunca debe ser olvidado por los costarricenses. Debemos hacerlo del conocimiento de la juventud que se levanta y que piensa que Costa Rica, es la cuna del pacifismo que se canta en las escuelas y se esparce por el mundo. En Costa Rica también ha habido crímenes políticos como en Guatemala, Chile, Argentina y otros países y también han quedado impunes.

Pero el sacrificio no fue en vano. Después de la caída de la Unión Soviética y de la implantación en casi todo el mundo conocido del capitalismo salvaje, muchos de sus acólitos creyeron que los luchadores sociales éramos una especie en vías de extinción. Que era cuestión de que pasaran los años y los dinosaurios que desfilábamos cada primero de mayo, cada vez más viejos, pronto desapareceríamos de muerte natural.

Pero como en otras muchas cosas se equivocaron. Hoy muchos y muchas jóvenes levantan las banderas de la reivindicación social, del no entreguismo, de la política sin corrupción y de una Costa Rica más justa para todos. En ellos se ha reencarnado el espíritu de lucha por el que entregaron su vida hace sesenta y un años los Mártires del Codo del Diablo.

Por tanto esos vulgares sicarios y el maquiavélico cerebro que los guió no lograron  su objetivo. Los mártires del Codo del Diablo siguen luchando junto a nosotros, hasta demostrar que otra Costa Rica es posible, que podemos tener fuentes de trabajo sin arrasar nuestro país y que política no es sinónimo de corrupción y entreguismo.