LA LUCHA DE SARDINAL ES JUSTA

La legitimidad de la lucha de los vecinos de Sardinal contra el proyecto del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillado, que pretende imponerles un acueducto donado por empresarios privados, se vio reforzada por el informe del SERVICIO NACIONAL DE AGUAS SUBTERRANEAS, RIEGO Y AVENAMIENTO, el cual indica dos aspectos sumamente importantes. Que el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillado realizó estudios insuficientes al requerido para evaluar el efecto de la explotación intensiva del acuífero por medio del establecimiento de un campo de pozos, y que al no haber información suficiente sobre el impacto  que tendrá el acueducto en los acuíferos de Sardinal, se pone en peligro la sostenibilidad en calidad y cantidad de agua en ambos acuíferos (El Coco y Ocotal).
Este informe, el cual esperamos sea acogido por la Junta Directiva de SENARA, dejó en claro la forma irresponsable en que A Y A, institución creada por ley para llevar agua potable a los costarricenses,  o bien como se ha plegado a los intereses de los grandes hoteleros y desarrolladores de Guanacaste.
Pero, sin quitar méritos, que los tienen de sobra, a los habitantes de Sardinal, en esta lucha no han estado solos. Han contado con el apoyo a nivel nacional de organizaciones, personas comprometidas y los Comités Patrióticos, quienes se han hecho presentes en Sardinal, para apoyar esta lucha de reivindicación de la dignidad nacional.
Los Comités Patrióticos, que nacieron espontáneamente, durante el proceso de lucha contra el TLC, han tenido como característica su auto sostenibilidad económica, su voluntad inquebrantable de no ser usados como instrumentos de los políticos aprovechados y su valor encomiable de seguir diciendo NO AL MIEDO, a pesar de la campaña de difamación que se ha lanzado contra ellos. Son los mejores exponentes de la democracia y la participación ciudadana, por lo que se han convertido en una pesadilla de los politicastros que nos han gobernado durante los últimos veinticinco años, quienes primero han esquilmado las instituciones que son conquistas populares, por medio del saqueo sistemático de sus recursos, como las negociaciones de ALCATEL, el préstamo finlandés, el Fondo de Contingencias Agrícolas, los lotes del IDA para funcionarios y políticos, los Certificados de Abono Tributario, las quiebras de BANCOOP y el Grupo Fedecrédito y luego no han dudado en entregarlas a intereses bastardos.
Estos políticos dicen creer en la democracia, pero en aquella hecha a su medida. Aquella representada por una farsa electoral que se realiza cada cuatro años y en la que un pueblo domesticado, escoge cual grupo de ladrones lo va a gobernar en el período siguiente. Pero, cuando el pueblo investiga, se organiza y empieza a razonar, es un peligro para ellos. Porque la democracia es el gobierno de las mayorías y como los desposeídos cada vez son más que los ricos, la permanencia de estos vividores en el gobierno peligra.
Por eso no deben sorprendernos las declaraciones de Rodrigo Arias en las que culpa a la extrema izquierda del país (léase Comités Patrióticos), de la oposición y actos violentos llevados a cabo en SARDINAL. Estas declaraciones, fruto de la desesperación de no haber podido satisfacer los intereses de sus socios y contribuyentes en campañas políticas, son irrespetuosas para los luchadores del SARDINAL. Ante esto GADI AMIT, uno de los dirigentes de la lucha por el agua,  manifestó:
A mi me enseñaron que los insultos no hay que responderlos porque uno se rebaja, pero eso sí es un menosprecio para la gente de SARDINAL, los vecinos de la zona y para un montón de gente, de comités patrióticos, muchos periodistas y todo tipo de funcionarios públicos que han constatado las irregularidades, la misma Municipalidad que ordenó paralizar las obras, si esos son extremistas de izquierda, parece que la extrema izquierda en el país es muy grande.
Para nosotros, las declaraciones de Rodrigo Arias, lo que hacen es retratar de cuerpo entero lo que ha sido este gobierno. Un grupo que llegó al poder, financiado por los grandes capitalistas centroamericanos, con el único fin de hacer más millonarios a unos pocos, aún a costa de vender hasta el agua de los costarricenses y condenar a la extinción a las futuras generaciones. La hipocresía de los funcionarios gubernamentales, encabezados los Arias no puede ser más grande. Mientras culpan a la izquierda de todo lo que ellos consideran perjudicial para el pais, no han dudado en irse a arrastrar ante los gobernantes de la República Popular China, con el fin de obtener nuevos mercados para hacer negocios y obtener donaciones para construir estadios, para satisfacer la megalomanía del presidente Arias.