El 21 de marzo de 1987, un joven próximo a graduarse como licenciado en Derecho, se encontraba divirtiéndose en los festejos populares de San Francisco de Dos Ríos, ciudad cercana a la capital de Costa Rica.
Para su desgracia oyó como otro joven totalmente ebrio, agredía de palabra a una empleada encargada de atender a los clientes. El acudió en ayuda de esta trabajadora y se dio de golpes con el joven al que venció fácilmente.
Pero, el agresor no se encontraba solo, sino que entre otros ,sus padres lo acompañaban.
La madre JULIETA CALDERÓN incitó a su esposo a que vengara la supuesta afrenta. Este, ROQUE DI LEONI, con toda premeditación y alevosía se trasladó a su casa de habitación, trajo un arma y disparó al joven LEONARDO CHACON MUSSAP, por la espalda, cuando este se alejaba del lugar, precisamente para evitar problemas. Pocos minutos antes, la esposa de DI LEONI, según aseguraron varios testigos había gritado: Mátalo, de todas formas vos sos el dueño de la Corte.
El asesino ROQUE DI LEONI quien era en ese momento Director Administrativo de la Corte Suprema de Justicia, fue detenido poco después y allí empezó la cadena de irregularidades. Se le permitió ir a su casa por más de tres horas, tratamiento que no se permite con reo alguno en Costa Rica.
Cuando el caso llegó a juicio JULIETA CALDERÓN fue condenada por el delito de instigación y su esposo por homicidio. La condena de Calderón fue apelada y la Sala Tercera la dejó en libertad. A DI LEONI, lo condenaron a doce años, porque ya era el colmo del cinismo si también lo hubieran absuelto.
Es más, consideramos nosotros que este caso llegó a juicio porque la víctima pertenecía a una connotada familia de abogados, los CHACÓN JINESTA, caso contrario no nos hubiera extrañado que el caso hubiera sido calificado como suicidio o algo parecido.
Pero aquí no termina esta historia asquerosa que vino a demostrar que en Costa Rica, existen dos tipos de justicia, una que se aplica a los ciudadanos comunes y otra que se aplica a los funcionarios del Poder Judicial.
Poco después de comenzar a purgar su condena, a DI LEONI, se le detectó presuntamente un cáncer terminar que le afectaba su rostro. Tan raro era ese cáncer que las biopsias se mandaron a hacer a los Estados Unidos. Según indicaron funcionarios de la Corte, en vista que la enfermedad era terminal se le decretó a DI LEONI, la casa por cárcel. Sin embargo, allí ocurrió el milagro. Hoy 21 de Marzo de 2006, don Roque, no sólo ya pagó su pena, goza de pensión del Poder Judicial, sino que se encuentra perfectamente sano. Como dijo una vez el periodista Julio Rodríguez, don Roque ha sido tan egoísta que no ha querido revelar el nombre del Santo que produjo este milagro.
Mientras tanto el padre del joven don OSCAR CHACÓN JINESTA, movió cielo y tierra para que se hiciera justicia, sin embargo nunca logró que en el caso de la muerte de su hijo alguien pagara por tan horrendo crimen.
Muchas veces lo vimos en la ciudad, caminando con la vista baja y totalmente vestido de negro, guardando un luto perpetuo por el hijo que era toda su ilusión. Aunque nunca hemos hablado con don OSCAR CHACÓN JINESTA, nos imaginamos que no ha podido llegar a comprender después de una vida dedicada al Derecho, como las leyes de Costa Rica nunca quisieron darle la justicia pronta y cumplida que garantiza la Constitución Política. Tal vez aún no ha asimilado que en Costa Rica los padrinos valen más que las leyes.
Después de estos hechos vergonzosos que dejaron desnuda y prostituida a la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, se tejieron muchas versiones sobre el inmenso poder de DI LEONI en la Corte Suprema de Justicia, poder que permitió que se torciera la ley a su favor. Algunos dicen que es que él era el encargado de cobrar las coimas de algunos jueces y magistrados. Otros dicen que se debía a que desde su puesto, don Roque cubrió irregularidades que ocurrían con los vehículos de los Magistrados, tales como accidentes a altas horas de la noche y con malas compañías. Los menos, dicen que fue por simple amistad. Nosotros optamos por no inclinarnos por ninguna de esas versiones.
Nada más sabemos que el 21 de marzo de 1987, fue el día en que la Justicia de Costa Rica, se arrancó la venda de los ojos, arrojó sus balanzas, se bajó de su pedestal y se convirtió en prostituta.
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